La alimentación complementaria ¿Cuándo y cómo introducimos los alimentos?
La alimentación complementaria
¿Cuándo y cómo introducimos los alimentos?
La introducción de los alimentos es un tema que habitualmente genera controversia en el seno familiar: todos opinan,... todos saben.
Así que, cuanto más claro tengamos cómo consideramos que es mejor para nuestro hijo llevarla a cabo, menos dolores de cabeza nos dará:
Que si “es mejor darle puré”,
que “mejor con trocitos”,
que “el pan ahora”, que “el pan después”,
que “un poco de arroz y marisco no le hace daño”,
que “¡pobrecit@ sin azúcar!”, o “¡sin sal!”,...
Claro, con la teta había otras retahílas (que no le llega, que pasa hambre,...), pero con los alimentos se amplía el abanico.
¡Qué le vamos a hacer! Armaos de paciencia y confiad en que lo que estáis haciendo es lo correcto.
Lo primero que tenemos que recordar, llegado el momento, es que la alimentación complementaria (como su nombre indica) es eso, complementaria. El alimento principal continúa siendo la leche( la materna o la de fórmula si no le estáis dando pecho).
Hasta el año, el niño se encuentra perfectamente nutrido con la leche. A partir del año, eso sí, las necesidades de hierro son mayores y no es suficiente con la teta o la fórmula.
Si tenemos claro eso, nos vamos a ahorrar mucho sufrimiento:
Primero: no se trata de que el niño se deba terminar todo el plato de comida que nosotras hemos considerado que necesita, (habitualmente la ración que comería un adolescente), sino que es una toma de contacto con los alimentos.
Sí: un aprendizaje, un descubrimiento. Porque sus necesidades ya están cubiertas por la lactancia materna. Con lo cual, si no se lo ha comido todo, no pasa nada: no le debemos obligar. Si no ha querido probarlo, tampoco. Poco a poco y sin forzar.
Segundo: no nos vamos a obsesionar con el número de comidas que es correcto que haga. “ ¿Debe hacer cinco comidas al día o tres?; ¿Le doy
la complementaria a mediodía y a la merienda o a la cena?
Pues lo que os sea más cómodo, lo que el niño pida y como se vaya desarrollando la alimentación complementaria. Lo más frecuente es que se comience con menos tomas de complementaria y se vaya aumentando conforme el bebé se vaya acostumbrando y demande más. Habitualmente dos veces al día, pero insisto en que el ritmo lo pondréis juntos.
En cualquier caso, las recomendaciones actuales son que la alimentación complementaria no exceda al 50% del aporte calórico.
Y tercero ( y vuelvo a insistir): COMPLEMENTARIA: Que complementa, ayuda, acompaña, NO SUSTITUYE. Es decir, que se le ofrece el pecho en primer lugar.
Entonces “no le quedará hueco para la comida”; “ no tendrá más hambre”
Da lo mismo porque, si recordáis, hemos empezado diciendo que el bebé tiene sus necesidades nutricionales cubiertas con la lactancia materna hasta el año. O con la leche de fórmula.
Y la alimentación complementaria es toma de contacto.
Toma de contacto tanto para el niño,que aprenderá a reconocer texturas y sabores nuevos y a utilizar y desarrollar las funciones de masticación y deglución de sólidos, como para su organismo.
El organismo del bebé debe comenzar a reconocer, establecer contacto y funcionar con otros diferentes alimentos, evitando además futuras alergias alimentarias y problemas como la celiaquía.
“Leixandra, vale, lo tengo en cuenta. Pero ¿cuándo le meto la verdura?
Pues dicho esto, entramos en materia.
No todos los pediatras están de acuerdo con esto.
ResponderEliminarA mi la semana pasada me dijeron que si no comía había que hacer analítica.
Si ahora no comen, de verdad creéis que con más de un año va a comer.
Después de que durante más de 6 meses no le hemos obligado.
No se, no lo veo.
La verdad que parece muy facil si un bebé le llama la atención el alimento, pero cuando no es así, el mensaje que estamos enviando es de que no pasa nada por que no coma.
De todos modos gracias por el artículo.