¡Ya llega la Navidad! Parte 2: Niños y regalos


Seguimos hablando sobre la Navidad…

Desde hace unos años, escucho a padres y madres decir: “mis hijos tienen muchos juguetes, no saben qué hacer con ellos; cogen uno, lo dejan al minuto y vuelven a coger otro y así hasta que se cansan”. Al principio pensaba que era algo aislado, pero cada vez es más frecuente.
A los papás y mamás, nos encanta comprarles a nuestros hijos de todo: juguetes, ropa, etc. La Navidad es la época perfecta para regalar cosas y en especial, a los más pequeños.
Cuando les pregunto a los papás, mamás, abuelos, abuelas, tíos, tías… por qué les compran tantos juguetes a los niños/as, suelen responderme:
  • Porque quiero que tengan lo que yo no pude tener cuando tenía su edad.
  • Porque trabajo mucho durante el año y me gusta gastar lo que gano en ellos.
  • Porque me hace ilusión.
Todas las respuestas son perfectamente válidas. Yo misma las he usado en varias ocasiones. Pero, aunque sé que es muy difícil, no debemos olvidar que la calidad es mejor que la cantidad. Con calidad no me refiero al juguete más caro, sino al que más se ajusta a las necesidades de nuestro hijo/a.
¿Qué ocurre cuando nuestros hijos/as tienen (o les regalan) muchos juguetes? Generalmente, no saben a cuál de ellos prestar atención. Tienen tanta variedad para elegir que pasan de uno a otro sin control. Su atención no está focalizada. Es bueno que el niño/a tenga opciones entre las que elegir, pero los padres deben controlar la cantidad de juguetes que tiene a su alcance. Jugar con una o dos cosas sólo (sin otras opciones) ayudará a que nuestro hijo/a trabaje la atención (se fijará más en los detalles del juguete) y la imaginación. Cuando las posibilidades de cambiar a otro juguete están limitadas, el niño/a tiene que buscar opciones para no aburrirse (fomentando su creatividad). Por sí mismos, descubrirán nuevos usos del juguete.
Y nosotros los padres y madres, ¿qué hacemos?
Lo ideal sería controlar la cantidad de juguetes que reciben los niños/as, pero esto en la mayoría de los casos es imposible. Si no está en nuestro alcance controlarla o nos hace mucha ilusión comprar muchas cosas (a mí la primera) podemos optar por estas opciones:
  • Comprar todos los juguetes al mismo tiempo, pero ir dándoselos poco a poco (un juguete nuevo cada dos semanas o cada mes, por ejemplo).
  • Distribuir los juguetes. Tener unos en casa, otros en casa de los abuelos, en casa de los primos, etc.
Si estamos decididos a controlar la situación, entonces tendremos que trasladarles a los demás miembros de la familia y amigos nuestras intenciones e intentar buscar una opción que beneficie a todos, sin olvidar que lo que se busca es el bienestar del niño/a y su correcto desarrollo (la prioridad son los niños no los deseos de los adultos). No se trata de crear un conflicto, ni radicalizar nuestra posición, pero por lo menos debemos hacerles saber cuál es nuestra opinión como padres.
Retomando lo que he mencionado antes sobre la calidad de los juguetes, comentaros que debemos tener en cuenta varias cosas a la hora de comprarlos:
  • Que el etiquetado sea correcto y cumpla con los estándares de calidad y seguridad exigidos por la ley nacional, europea e internacional según el juguete.
  • Que se adapten a las necesidades y edad de nuestros hijos/as.
  • Que no fomenten la discriminación o la violencia.
Para finalizar, os remito a una entrada escrita por Álvaro Bilbao, Doctor en Psicología de la Salud y Neuropsicólogo, sobre qué regalar a los niños de 0 a 6 años. ¡ Espero que os ayude !

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